Alrededor del globo, el crecimiento poblacional sigue aumentando, y resulta necesario que los alimentos alcancen para todos.

El tipo de vida del humano tiende a mejorar en la mayoría de los países. Pero en otros, en los más pobres o en aquellos que atraviesan conflictos, esta forma de vida no solo no mejora, sino que empeora día a día. A pesar de esto se requiere cada vez más cantidad y mejor calidad de alimentos, así como de cualquier bien o servicio que el hombre y la sociedad necesitan. Y para lograr esto es preciso, en primera medida, tener conocimiento de cómo producir más y mejor.

El ámbito alrededor del cual se desenvuelve LA GACETA Rural es, precisamente, todo lo que tiene que ver con la producción de alimentos de todo tipo. Y cuando esto se junta con el conocimiento aparecen las ciencias de la producción.

Todas las sociedades del mundo requieren alimentación en calidad, en cantidad y en inocuidad. Por lo tanto, los ingenieros nos encontramos inmersos en ese requerimiento.

Todo empieza con la formación académica como puntapié inicial de la capacitación del profesional. El trabajo continuo en el campo, la investigación aplicada y los cursos de actualización resultan la dinámica de una ingeniería, que es requerida por el total de la sociedad.

Producir alimentos para todos los habitantes del mundo -número que aumenta año tras año- implica un desafío que los productores deben asumir en todas las campañas agrícolas, con la obligación de producir más y mejor, con responsabilidad empresarial, técnica y ambiental.

En todos los países productores de alimentos el Estado aplica diferentes políticas agropecuarias, que permiten al hombre de campo producir diferentes alimentos. Sea para su propia población o para otros países que necesiten. Y esto último, la exportación, permite que ingresen divisas al país.

Aquellos países tienen en claro que deben producir alimentos para muchas personas que viven en regiones muy densamente pobladas; y para muchas otras, que padecen hambrunas en diferentes partes del mundo. Debido a ello, se trata de países que de manera permanente apuestan a formar más y mejores profesionales.

Lo real es que la necesidad de alimentos es cada vez mayor, y únicamente puede satisfacerse mediante el trabajo exhaustivo de la naturaleza, acompañado con el conocimiento humano bien aplicado.

La labor de los profesionales en ciencias agropecuarias es la herramienta profesional para generar alimentos, que respeten los estándares de calidad establecidos, que satisfagan las demandas del productor y que no generen externalidades alrededor de los establecimientos productivos.

Debido a ello, las ciencias dedicadas al campo resultan, sin dudas, cada vez más necesarias. Y en la actualidad tienen una importante misión a realizar, como lo es producir más alimentos por unidad de superficie con un cuidado exhaustivo del ambiente.

Debemos destacar en un lugar preponderante -y lo hacemos- los hombres de campo. Estos nunca dejan de producir, no se aminalan en seguir trabajando; afrontan los riesgos y aceptan el reto de alimentar al mundo, asegurando inocuidad, calidad y resguardo de los recursos naturales y el ambiente.

Asesoramiento

Seguidamente, y a la par del productor, están los técnicos y los profesionales de la producción, quienes aportan sus conocimientos en el asesoramiento y en la guía de los procesos productivos.

Cada 6 de agosto se celebra el Día del Ingeniero Agrónomo. Esta efeméride ya cumplió más de un siglo, porque refiere a que en 1883, en el Instituto “Santa Catalina” de Lomas de Zamora (Buenos Aires), comenzaron a dictarse en la Argentina los primeros estudios agrícolas. Con el correr del tiempo, en todo el país empezaron a aparecer establecimientos y universidades que aun hoy siguen formando profesionales de estas áreas.

Estas carreras surgen de un número importante de facultades especializadas -públicas y privadas-, que preparan profesionales capaces de dirigir, de ordenar y de encauzar las problemáticas del campo. Entre las múltiples actividades que desarrollan los profesionales vinculados a estas áreas se destacan la dirección y administración de establecimientos, y la producción agrícola, ganadera o mixta.

Es importante dar a conocer al sector productivo y a la sociedad que los profesionales de las ciencias agropecuarias son una parte fundamental en la producción de alimentos que son demandados cada vez más en el mundo. A raíz de ello, deberían ser tenidos en cuenta, por la destacada labor que realizan.